Son 39 títulos de Grand Slam: 23 de ellos individuales, 14 en dobles y dos en dobles mixtos; 23 títulos WTA, cinco WTA Finals. Cuatro medallas de oro en Juegos Olímpicos, una individual en Londres 2012, una Copa Federación y dos Copa Hopman, son solamente algunos de los logros de Serena Williams, la reina del tenis que dice adiós a las canchas, pero que se abre paso para disputar su partido más importante, el juego de la vida, el juego en familia, como madre y esposa.
Marcada por la visión, empuje y sobreprotección de su padre Richard, Serena comenzó a triunfar en el tenis profesional a temprana edad, en un principio bajo la sombra de su hermana mayor, Venus.
Nacida el 26 de septiembre de 1981 en Saginaw, Michigan, como quinta hija, tras Lynder, Asha, Yetunde y Venus, Serena buscó la gloria y lo hizo a base de ejercicio, entrenamientos y un duro régimen alimenticio, todo en California y Florida, lo que le dio potencia, musculatura y una enorme técnica, situación que la llevó a ser la más ganadora en la historia del deporte de la raqueta.
on apenas 17 años ganó cinco títulos en 1999: París, Indian Wells, Manhattan Beach, Abierto de Estados Unidos y la Grand Slam Cup, incluyendo su primer Grand Slam, el Abierto de Estados Unidos, ganando en las tres últimas rondas a la número cuatro del mundo Mónica Seles, a la número dos Lindsay Davenport y a la número uno Martina Hingis, respectivamente.
Su participación en el US Open 2022 marcará el final de una de las carreras más exitosas en la historia del deporte blanco y si bien ya venció a la montenegrina Danka Kovinic, la menor de las hermanas Williams seguirá dando de qué hablar, hasta que el cuerpo y su tenis aguanten en el cuarto Grand Slam de la temporada.